En la historia empresarial reciente hay muchos casos de consultores que se han convertido en empresarios de éxito.
Por ejemplo, los fundadores de La Nevera Roja eran unos jóvenes consultores de PWC.
De todas formas, los consultores suelen ser de una pasta distinta a los empresarios.
Preguntarle a un consultor por qué no es empresario es como preguntarle a Guardiola, a Ancelotti o a Simeone por qué no son presidentes, o propietarios de un equipo de fútbol.
Pues te dirán que lo que les gusta es entrenar. Pues lo mismo te dirá un consultor, lo que les gusta es aprender y es gestionar el cambio de un grupo determinado de personas.
Por ello, les gusta acumular diferentes experiencias, conocer diferentes empresas, sectores, actividades, personas, etc...
Por eso, les suele gustar mucho investigar, leer, formarse, etc...
Les gusta más la gestión del cambio que no crear una empresa de cero, lo cual requiere ser atrevido, lanzarse al vacío y ver oportunidades dónde otros no las ven.
Hay consultores que tienen su cabeza tan bien estructurada que, como son conocedores de los grandes riesgos que conlleva emprender, prefieren no hacerlo.
¿Hay muchos consultores que son empresarios fracasados?
Pues sí, sin duda. No hay que negarlo. ¿A qué se debe?
Pues seguramente no tengan la ambición suficiente a nivel económico, o la determinación suficiente, o la capacidad de sacrificio que han tenido muchos empresarios de éxito.
Quizás les guste más aprender, es decir, adquirir conocimientos, que aplicarlos en el día a día de un modo contínuo en el tiempo. Además, en un único proyecto a los pocos meses empezará la monotonía y, las personas con perfil de consultor, se aburrirán. Les gusta la gestión del cambio, no la pesada gestión del día a día, que son cosas distintas. Ser empresario de éxito requiere constancia diaria a lo largo de muchos años. Ser consultor requiere constancia a lo largo de cada proyecto. Pero, ¡cada proyecto será muy distinto!
¿Por qué suelen ser más longevos los presidentes, o propietarios, de un equipo de fútbol que los entrenadores?
Una cosa es entrenar o gestionar a un equipo de personas, y otra cosa, muy distinta, es construir un estadio, lograr socios, personas para el mantenimiento, comprar material deportivo, organizar los viajes del equipo, y un largo etc....
Al final, lo verdaderamente importante es que si la consultoría existe desde hace más de un siglo, es por algo.
¿Por qué existe?
- Un consultor te puede aportar un punto de vista diferente por el hecho de venir de afuera. Es decir, no está contaminado por el día a día.
- Un consultor es especialista en gestionar el cambio y tú lo eres en gestionar el día a día. De hecho, hay muchas cosas en tu empresa que sabes que debes de cambiar, pero por h o por b, no las cambias. La consultoría sirve para que esos cambios que sabes que tienes que hacer se hagan de una vez por todas. Es decir, te aportan empuje.
- Te permiten llevar a cabo cambios reduciendo el riesgo emocional de los mismos. No es lo mismo que tú hagas algo, a que lo haga un consultor. Por ejemplo, no es lo mismo que tú decidas que tu hijo o hija no puede trabajar en la empresa familiar, a qué lo haga un profesional externo especialista. No es lo mismo, que alguien externo diga que la persona responsable de Producción no vale como tal, a qué lo diga el director de recursos humanos o el director general, cuando es una persona con la que ambos han creado una relación personal estrecha en el tiempo. Y así podremos seguir con un largo etc...
- En ocasiones, tienes que recorrer caminos que nunca has recorrido. Por ejemplo, imagina que estás en Coruña, y nunca has ido a Málaga y no tienes ni un mapa ni un GPS para ir a Málaga. Pues si te apoyas en personas que ya han ido a Málaga desde Coruña, en una ocasión, o incluso en más, pues el viaje será más rápido. Llegarás antes y mejor a tu destino. Es decir, un consultor puede ser para ti un GPS que te ayude llegar a tu destino de un modo más eficiente. Simplemente, por su mayor riqueza de experiencias en realizar viajes de diferentes lugares a diferentes destinos. Por así decirlo, tú conoces muy bien tu ciudad, y tu ciudad es tu empresa, tu sector, tus clientes, tus proveedores, pero ellos, me refiero a los consultores, conocen muy bien tu provincia, región, o incluso tu país entero u otros países, y si quieres llegar lejos, no te vale con conocer muy bien tu ciudad. Hay cambios o mejoras que requieren un conocimiento especializado, que tú no tienes y un consultor especializado sí puede tener. Por tanto, por lógica, tendrán mayor probabilidad de éxito. No es lo mismo seleccionar un Gerente profesional por primera vez, o un comercial, que apoyarte en alguien que lo ha hecho en decenas, y en decenas de ocasiones.
Eso sí, la consultoría no es para todo el mundo.
Es para personas que:
- Saben reconocer sus limitaciones, su dependencia de otros y de factores externos. Es decir, que son humildes.
- Tienen ambición por cambiar y por mejorar. Ponen todo de su parte y no están esperando una varita mágica.
- Saben valorar en su justa medida el conocimiento, el talento y la creatividad. Entendiendo por talento la capacidad de lograr resultados.